En su décimotercero año, el Pitchfork Music Festival 2018 atrajo a miles de personas para vivir una experiencia de 3 días de música y arte en Union Park.

En esta época de festivales enfocados en cantidad sobre calidad resulta difícil destacar la experiencia de un verdadero festival de música. Este año Pitchfork montó un esfuerzo consciente para construir un festival diseñado para la música y los verdaderos fans que experimentaron las diversas actividades que se extendieron por 3 días.

Esto no fue un problema para el Pitchfork Music Festival 2018. La lluvia no impidió que más de 18,000 fans disfrutaran de más de 42 actuaciones en tres escenarios únicos dentro de Union Park en Chicago.
Los múltiples escenarios, los stands dedicados a posters musicales, y bares del parque brindaron a los asistentes del festival la oportunidad de escapar de la lluvia, que se mantuvo durante gran parte de la tarde.
Organizado con un gran espacio, se encontraron tres escenarios, distribuidos en un triángulo, complementado por una gran fila de food-trucks y una tienda de campaña masiva llena de tiendas locales y artistas independientes.

Entre los headliners del cartel estuvieron Tame Impala, Fleet Floxes, Lauryn Hill, Blood Orange y la ganadora de múltiples premios Grammys , Chaka Khan. Actos locales como Moses Sumney se presentaron a través del festival que duró más de 10 horas.
La poderosa música australiana Courtney Barnett se entregó completamente con un set que consistía principalmente de material nuevo en el escenario Red, y un guitarrista adicional complementó las melodías que Courtney nos dejó el viernes.

Syd, cantante del grupo de hip-hop The Internet e integrante de Odd Future, se presentó en un día especial para ella, el álbum de su grupo “Hive Mind” salió esa mañana.
El primer día fue firmado y sellado por la característica psicodelia de Tame Impala. La iluminación bailaba con las canciones, los rayos láser parpadeando y disparando en el espacio durante su set, acompañados de visuales psicodélicos que hicieron viajar a miles de fans durante más de una hora.
La lluvia comenzó a caer a mitad de su set y esto no fue ningún impedimento para Kevin Parker que manejó sus pedales de guitarra con precisión y elegancia.
En el segundo día, Blood Orange, la creación del multi-instrumentista Dev Hynes presentó un set suave lleno de R&B inspirado en los 90, dominando el equilibrio entre el minimalismo íntimo y el funk. Sus vocalistas acompañantes armonizaban el coro para abrir paso a la guitarra distorsionada de Dev. Un set memorable de este favorito de Pitchfork.
Raphael Saadiq, otro veterano del soul, dio una buena presentación tocando temas de su nuevo álbum lleno de funk y R&B. Simultáneamente se realizaba una intervención artística en el escenario, complementando…

DRAM, Chaka Khan y Ms. Lauryn Hill llenaron el Union Park para el día final del festival. La legendaria Chaka Khan dominó el escenario, haciendo uno de los momentos más nostálgicos de Pitchfork. La banda de acompañamiento de Chaka era una de las más precisas y groovy. Una actuación perfecta para cerrar esta edición del festival en Chicago.

A medida que pasan los años, Pitchfork Music Festival resulta ser uno de los festivales más sólidos y con mayor calidad musical de todos los festivales de música de Estados Unidos, y este año demostró eso. Pitchfork demostró una vez más que se puede curar un festival musical en esta época con calidad, inclusividad y promesas para el futuro de la música. Este rasgo solo refuerza la reputación de Pitchfork, porque simplemente está haciendo lo que nadie más hará, y vale la pena. Los patrocinadores permanecen, los fanáticos se reúnen, y la calidad se mantiene, se controla y siempre es prometedora. Eso es lo que separa a Pitchfork Music Festival del resto: la tediosa curaduría. El enfoque principal de Pitchfork ha sido y siempre será de los artistas, dejándolos en total libertad creativa cuando llega el verano.
Aquí la galería completa del Pitchfork Music Festival 2018
Síguenos en nuestras redes para más feed
Pitchfork Music Festival #P4Kfest